A medida que la sociedad ha adoptado como una actividad normal
el uso de las redes sociales, todas las empresas se han visto arrastradas a
utilizarlas para no perder el contacto con el consumidor.
Así como en un principio el uso de éstas estaba dedicado a
un ámbito más privado, el hecho de que hayan tenido una fuerte penetración en
todos los grupos de edad y clases sociales ha hecho que los medios sociales
sean la nueva ventana a través de la que trabajar el marketing de las compañías:
La comunicación corporativa ha pasado a un nuevo nivel
debido a la interacción con el consumidor y al hecho de verse sometidos, a cada
segundo, a posibles críticas. Aunque los nuevos medios crean un feedback más
directo con el cliente y ayudan a elaborar nuevas estrategias, también
comportan el gran riesgo de que se puedan propagar rumores o noticias negativas
sobre una empresa de manera más rápida.
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¿De qué forma deben afrontar las empresas esta nueva ventana
de comunicación? Deben saber muy bien qué estrategia quieren conseguir y en qué
nivel se quieren abrir al público. Deben conocer cuáles son los pros y los
contras de que su compañía cambie su estilo de comunicación corporativa, y
hasta dónde están dispuestos a llegar para ser “transparentes” en su nueva
acción digital.
Un buen ejemplo de este tipo de comunicación 2.0 es la actividad digital que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento de Barcelona. Un potencial gabinete que fue analizado por Saül Gordillo, y que sabe muy bien cómo explotar las herramientas digitales, parece querer llevar hasta el final el punto 87 del Manifiesto Cluetrain: "Nos gustaría que entendieras lo que está pasando aquí. Eso estaría muy bien. Pero sería un error pensar que vamos a esperar con los brazos cruzados".
Toda esta combinación ha ayudado a dar un nuevo giro a la política del ayuntamiento no sólo desde su propia web sino que, aprovechando el giro del ente gubernamental en la ciudad condal, se ha dado una nueva proyección al ahora alcalde, Xavier Trias quien ya cuenta con Twitter, Flickr, Foursquare y Instagram. Además, el "handicap" con el que cuenta es que se da respuesta a todo comentario, duda, o queja que cualquier ciudadano les hace llegar por alguna de las vías 2.0 con las que cuentan.
Un buen ejemplo de este tipo de comunicación 2.0 es la actividad digital que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento de Barcelona. Un potencial gabinete que fue analizado por Saül Gordillo, y que sabe muy bien cómo explotar las herramientas digitales, parece querer llevar hasta el final el punto 87 del Manifiesto Cluetrain: "Nos gustaría que entendieras lo que está pasando aquí. Eso estaría muy bien. Pero sería un error pensar que vamos a esperar con los brazos cruzados".
Toda esta combinación ha ayudado a dar un nuevo giro a la política del ayuntamiento no sólo desde su propia web sino que, aprovechando el giro del ente gubernamental en la ciudad condal, se ha dado una nueva proyección al ahora alcalde, Xavier Trias quien ya cuenta con Twitter, Flickr, Foursquare y Instagram. Además, el "handicap" con el que cuenta es que se da respuesta a todo comentario, duda, o queja que cualquier ciudadano les hace llegar por alguna de las vías 2.0 con las que cuentan.
Dejando de lado el ejemplo, toda empresa que quiere dar el salto digital debe tener un buen departamento legal y de
recursos humanos a través de los cuales poder gestionar correctamente todos
los problemas que puedan surgir, y no dejar nunca de dar respuesta a las
dudas y/o quejas que puedan manifestar los consumidores.
Los medios sociales son una revolución digital, sí, pero también una nueva forma de abrir
las empresas a su público/mercados. Y como bien concluye Cluetrain: "Estamos despertando y conectándonos. Estamos observando. Pero no estamos esperando."
Clàudia Trujillo
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